Cuaderno de Bitácora (55)

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Día 55

¡¡Buenos días cuaderno!!

En un comunicado de la OMS, WHO por sus siglas en inglés, emitido el 24 de abril, se puede leer lo siguiente, y cito textualmente: "WHO has published guidance on adjusting public health and social measures for the next phase of the COVID-19 response.1 Some governments have suggested that the detection of antibodies to the SARS-CoV-2, the virus that causes COVID-19, could serve as the basis for an “immunity passport” or “risk-free certificate” that would enable individuals to travel or to return to work assuming that they are protected against re-infection. There is currently no evidence that people who have recovered from COVID-19 and have antibodies are protected from a second infection... Other considerations At this point in the pandemic, there is not enough evidence about the effectiveness of antibody-mediated immunity to guarantee the accuracy of an “immunity passport” or “risk-free certificate. People who assume that they are immune to a second infection because they have received a positive test result may ignore public health advice. The use of such certificates may therefore increase the risks of continued transmission. As new evidence becomes available, WHO will update this scientific brief". Fin de la cita. (Vean link aquí). 

 

 

Está más que claro que en ésta crisis sanitaria hay que luchar contra dos enemigos; el propio Coronavirus y la ignorancia supina de toda ésta panda que se ha apoderado del poder, más todos los neófitos que se están intentando subir al carro de los que NO PRODUCEN NADA, a la que uno califica de "becarios" y a la que ellos mismos se autocalifican de "expertos". En fin...

 

 

¿Entre todo ése inmenso y excesivo maremagnum de respetables instituciones, no ha habido nadie que se haya leído el comunicado de la OMS, WHO en inglés, del pasado 24 de abril? ¡¡Vaya!!

 

 

"Nos llamasteis héroes pero tenemos un sueldo indigno". Esto es lo que se puede leer en una demoledora carta que médicos mileuristas catalanes han dirigido a su Govern, y que les pego a continuación:

 

 

Produce vergüenza ajena tener que leer misivas como ésta. ¡¡Vergüenza ajena!!

 

 

Una vez le preguntaron a John Winston Lennon Smith qué quería ser de mayor, y su respuesta fue asombrosa y simple, muy simple: "feliz". Y ésa debería ser la aspiración de TODOS y cada uno de nosotros; intentar ser felices, incluso a pesar de toda ésta panda que se ha apoderado del poder, más todos los neófitos que se están intentando subir al carro de los que NO PRODUCEN NADA. Muchas personas se equivocan al pensar que los ricos, los ricos de verdad, tan solo quieren acumular riqueza. Eso es totalmente falso. Los ricos, los ricos de verdad, lo único a lo que aspiran es a ser felices, y a hacer muy felices a sus personas "especiales". Acumular riqueza es de auténticos advenedizos con pretensiones lunáticas de ser ricos, pero ricos de postureo. 

Les dejo una pequeña historia que creo les ayudará a entenderlo un poco mejor, gracias. 

 

 

En cierta ocasión iba un consultor, de esos que no distinguen el perro de las cabras y ovejas, paseando por una bonita playa. Eran las dos del mediodía cuando se encontró con un pescador que felizmente recogía sus redes llenas de pescado y amarraba su pequeña barca. El consultor se le acercó…

 – "Perdone, pero le he visto llegar con el barco y descargar el pescado. ¿No es muy temprano para volver de faenar?".

El pescador le miró de reojo y, sonriendo mientras recogía sus redes, le dijo: – "¿Temprano? ¿Por qué lo dice? De hecho yo ya he terminado mi jornada de trabajo y he pescado lo que necesito".

 – "¿Ya ha terminado hoy de trabajar? ¿A las dos de la tarde? ¿Cómo es eso posible?" – dijo incrédulo, el consultor.

El pescador, sorprendido por la pregunta, le respondió: – "Mire, yo me levanto por la mañana a eso de las nueve, desayuno con mi mujer y mis hijos, luego les acompaño al colegio, y a eso de las diez me subo a mi barca, salgo a pescar, faeno durante cuatro horas y a las dos estoy de vuelta. Con lo que obtengo en esas cuatro horas tengo suficiente para que vivamos mi familia y yo, sin holguras, pero felizmente. Luego voy a casa, como, hago la siesta, voy a recoger a los niños al colegio con mi mujer, paseamos y conversamos con los amigos, volvemos a casa, cenamos y nos metemos en la cama, felices".

El consultor intervino llevado por una irrefrenable necesidad de hacer de consultor del pescador: – "Verá, si me lo permite, le diré que está usted cometiendo un grave error en la gestión de su negocio y que el “coste de oportunidad” que está pagando es, sin duda, excesivamente alto; está usted renunciando a un pay-back impresionante. ¡Su BAIT podría ser mucho mayor! Y su “umbral de máxima competencia” seguro que está muy lejos de ser alcanzado".

El pescador se lo miraba con cara de circunstancias, mostrando una sonrisa socarrona y sin entender exactamente adónde quería llegar aquel hombre de treinta y pico años ni por qué de repente utilizaba palabras que no había oído en su vida. El consultor prosiguió: – "Podría sacar muchísimo más rendimiento de su barco si trabajara más horas, por ejemplo, de ocho de la mañana a diez de la noche".

El pescador entonces se encogió de hombros y le dijo: – "Y eso, ¿para qué?".

 – "¡¿Cómo que para qué?! ¡Obtendría por lo menos el triple de pescado! ¡¿O es que no ha oído hablar de las economías de escala, del rendimiento marginal creciente, de las curvas de productividad ascendentes?! En fin, quiero decir que con los ingresos obtenidos por tal cantidad de pescado, pronto, en menos de un año, podría comprar otro barco mucho más grande y contratar un patrón…".

El pescador volvió a intervenir: – "¿Otro barco? ¿Y para qué quiero otro barco y además un patrón?".

 – "¿Que para qué lo quiere? ¡¿No lo ve?! ¿No se da cuenta de que con la suma de los dos barcos y doce horas de pesca por barco podría comprar otros dos barcos más en un plazo de tiempo relativamente corto? ¡Quizá dentro de dos años ya tendría cuatro barcos, mucho más pescado cada día y mucho más dinero obtenido en las ventas de su pesca diaria!". 

El pescador volvió a preguntar: – "Pero todo eso, ¿para qué?".

 – "¡Hombre! ¡¿Pero está ciego o qué?! Porque entonces, en el plazo de unos veinte años y reinvirtiendo todo lo obtenido, tendría una flota de unos ochenta barcos, repito, ¡ochenta barcos! ¡Qué además serían diez veces más grandes que la barcucha que tiene actualmente!". 

Y de nuevo, riendo a carcajadas, el pescador volvió: – "¿Y para qué quiero yo todo eso?". 

El consultor, desconcertado por la pregunta y gesticulando exageradamente, le dijo: – "¡Cómo se nota que usted no tiene visión empresarial ni estratégica ni nada de nada! ¿No se da cuenta de que con todos esos barcos tendría suficiente patrimonio y tranquilidad económica como para levantarse tranquilamente por la mañana a eso de las nueve, desayunar con su mujer e hijos, llevarlos al colegio, salir a pescar por placer a eso de las diez y sólo durante cuatro horas, volver a comer a casa, hacer la siesta?". 

El pescador respondió: – "¿Y eso no es todo lo que ya hago ahora?".

 

 

Mi querida y amada Dulcinea; espero que algún día te dejes convencer y quieras ser tremendamente rica..., quiero decir, inmensamente feliz. ¡¡Se te quiere!!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Intenten ser felices. 

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