Desencantado y SÓLO
Quinientos días... A estas alturas lo que me provoca son ganas de llorar.
Creo que como todos los afectados directos he pasado por todos los estadios: incredulidad, sensación de impotencia, rabia, hastío, un quemazón interior... También han habido momentos llenos de esperanza donde creí que todos juntos podríamos conseguir que el sentido común prevaleciera.
Pero finalmente sólo he visto resignación, egoísmo, individualismo y una falta de compañerismo y empatía rallando lo patológico.
Hay que admitirlo: la idea de ‘familia BPA’ era sólo eso, una idea.
Fueron a por los primeros imputados, y como yo no estaba imputada, no hice nada; encarcelaron al director general, pero como yo no corría peligro, no hice nada; les expropiaron dos bancos a la propiedad, pero como yo no soy rico, no hice nada; despidieron a compañeros, pero como yo tenía trabajo, no hice nada; fueron a por los jubilados, pero como yo soy joven, no hice nada; bajaron el sueldo a los que quedaban, pero como a mi me lo subieron, no hice nada; ahora vienen a por mi.... pero ya no queda nadie.
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