Que la señora Irene María Montero Gil y su pareja, el señor Pablo Iglesias Turrión, se hayan comprado una casa en Galapagar, más o menos cara, carece de ninguna importancia. La pareja ingresa cada mes un buen salario y una entidad bancaria ha confiado en ellos. Ergo, ¿dónde está el problema? A mi entender el problema está en que se han quedado sin discurso; todo aquello de la "casta", o lo de proclamar a los cuatro vientos, a todo aquel que les quisiera escuchar, que tal o cual ministro se había comprado un ático para "especular", se les ha acabado. Hoy en día no se puede "decir" una cosa y "hacer" exactamente la contraria.

¿Cuántos más "casos aislados" de corrupción del PP necesita el señor Albert Rivera Díaz para quitarle su apoyo a Mariano? (Igual espera que un día de estos algún juez encuentre a quién pertenece la anotación M. Rajoy).

Y al igual que ésta pareja, en el mundo político ya hay demasiados que se han quedado sin discurso. Incluso en Andorra los hay que sin ser ni cargo político, salvo en sus pequeñas cabezas, se les ha acabado antes de empezar. ¿Cómo se pueden llenar la boca de acusar a los que están en cargos políticos de no hacer nada cuando lo que ellos pretenden es hacer exactamente lo mismo? ¿Cómo pueden pretender ellos querer ser otros auténticos "mantenidos"? Hoy no, porque no es el día, pero cualquier día de estos voy a hablar de "vergonya absoluta", de "les informacions no són certes" y de otros "vergonzosos temas". 

Y mientras, la "prensa oficialista" sigue a la suya. Que el día de la detención del señor Eduardo Andrés Julio Zaplana Hernández-Soro, sobre las 9h de la mañana, un periódico se adelantase, sobre las 5h de la mañana, manda narices. Que hoy mismo varios medios oficialistas hayan hablado de "30 detenciones" muchísimo antes que estas se produjeran es para alucinar pepinillos.

Que estamos en manos de auténticos cafres ya no lo duda nadie. Que sigan haciendo y deshaciendo a su antojo es una cuestión que nos atañe a todos. Si se les quita el poder y se mete en la cárcel a todo aquel que haya hecho tropelías, la situación mejoraría ipso facto. ¿Se apuntan?

Intenten ser felices.