Andorra, España y las vergüenzas a tapar en el 'caso BPA'

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Andorra, España y las vergüenzas a tapar en el \'caso BPA\'
Andorra, España y las vergüenzas a tapar en el \'caso BPA\'

Por Pedro ALBA

A Toni Martí no le ha quedado otra que hacer algo después de no haber hecho absolutamente nada más allá de criminalizar Banca Privada d’Andorra (BPA). Aún estoy atónito después de ver el cap de Govern manejar el agua hacia su molino ante el Consell General. Martí es el artista de las medio verdades cuando no mentiras absolutas. Si no fuera por el respeto debido al cargo que ostenta diría que es un liante. Él la lía con cierto arte; otros que tiene al lado son aún de peor calaña. Y no hay peor remedio que el hecho que vayan apareciendo ya las pruebas irrefutables del mangoneo que fue el llamado ‘caso BPA’ para que aunque sea vestida de cordero, la fiera quiera seguir haciendo de las suyas. En este caso, como en otros, Andorra sigue la estela y el ejemplo de España: morir matando. A un lado y al otro del río Runer intentan tapar como pueden las vergüenzas y la sarta de mentiras que han sostenido durante ya casi tres años y que estuvieron fabricando, como poco, un año antes. Que ahora tengan prisa en celebrar el juicio del ‘caso BPA’ no es casual como tampoco es casual que el otrora referente del periodismo comprometido y progresista, eso es ‘El País’, haya dedicado una serie de artículos a hablar del ‘caso Odebrecht’ en relación con dirigentes latinoamericanos de segundo o tercer nivel que tenían entre ellos un solo denominador común: haber tenido algún dólar, algún día, en BPA. A Andorra y a España les conviene condenar a BPA o al menos fabricar una imagen (falsa) de lo malo que era aquel banco para justificar la atrocidad cometida. Y les conviene rápido y más ahora cuando ha aparecido una grabación que no deja ya lugar a dudas y con la cual no contaban. De ninguna forma los gobiernos español y andorrano preveían que pudieran aparecer tales pruebas. Martí, Cinca y Saboya infravaloraron durante mucho tiempo los hechos denunciados por los accionistas y dirigentes del banco. Por acción u omisión debían estar al corriente del plan diseñado desde Madrid con el intento de fustigar lo que hoy denominan el desafío independentista a través de las cuentas de Pujol. Sabedores de ello, probablemente los mismos Pujol, con los Ribas de Andbank y, otra vez por acción u omisión, los dirigentes andorranos, llevaron a Madrid por el mal camino. Intentaron salvar su culo como España y Andorra lo intentan hacer ahora que ya todo el mundo sabe que don Celestino Barroso llevaba un mensaje de Madrid. A estas alturas, claro está, nadie puede presumir que Barroso actuaba como llanero solitario. Martí, Cinca y Saboya, como Rajoy, Soraya, Moragas o Pino, nunca pensaron que las palabras de su emisario podían llegar a ver la luz. No solo han estado escudriñando las cuentas de casi 30.000 clientes; en BPA han dado vueltas y más vueltas a todo. ¿Creen ustedes que no se habría anunciado a bombo y platillo que Pujol tenía centenares de millones de euros en Andorra si los hubiese tenido en BPA? ¿Creen ustedes que no se habrían sabido los nombres y los apellidos de los grandes narcotraficantes que supuestamente operaron con BPA? ¿Creen ustedes que a estas alturas no se habría ya contado sin rubor qué gestores del banco intervenido cobraron comisiones y cuando y por qué motivo? Se habría contado todo si existiese. Y de todo ello lo único que se sabe es que Pujol sí tuvo dinero en Andorra. Bastante. Y que disfrutó de pirulas bancarias de la peor escuela. Pero curiosamente dicha escuela se llamaba Banca Reig y hoy se apellida Andbank. Ni Andorra ni España no contaban que salieran las pruebas que Martí, Cinca y Saboya se hartaron a pedir hace ya casi un año y medio con una sonrisa bajo la nariz. Teniendo dos años entre rejas al principal ejecutivo y alma mater del banco pensaban haber garantizado que nunca saldría nada. El riesgo de destrucción de pruebas que durante tiempo imputaron a Joan Pau Miquel a buen seguro lo consumaron otros. Las pruebas que más podían incomodar eran aquellas que pudieran justificar el ‘terrorismo de Estado’ ideado por las cloacas españolas y participadas por acción u omisión por los aficionados andorranos. Los mismos que ahora reparten dossiers por el mundo o se atrincheran en sus butacas (muy calladito está el director de la UIF) intentando capear el temporal. Me cuentan que si la grabación de Barroso no apareció antes fue, justamente, porque quien podía tener acceso a ella estaba entre rejas y porque, además, parecía improbable haber podido retener un documento grabado hacía más de tres años. Pero la tecnología actual es caprichosa y la nubes de memoria existen para algo. Y de la nube bajó la prueba que ahora da vértigo a Andorra y a España, y unos y otros se afanan a verter condenas, mierda y lo que sea para salvar su culo. Hasta con el apoyo de “la empresa americana” que cita el antiguo agregado de Interior español, eso es Fincen, cuenta esta tropa. Los americanos se suben por las paredes desde que se supieron engañados y dejaron sin efecto su Notice para intentar poder salirse de rositas de un caso que aún hoy les supone muchos más problemas que beneficios. Fincen se niega una y otra vez a entregar los documentos que demuestran que fue engañado, los mismos documentos, pues, que prueban que alguien causó engaño. Y es importante para las autoridades americanas proteger a sus aliados, pero lo es aún más no evidenciar lo que en su propio país está altamente cuestionado: la poca seriedad de una institución que, sin más, puede coger el martillo y cargarse lo que sea. Sin prueba alguna. Miren si había sintonía que los americanos hablan de martillo y los españoles de hacha, de hachazo. ¿Qué herramienta deben usar en Prat de la Creu? A lo mejor los papeles del Fincen que pronto una juez americana llamará a poner sobre la mesa tendrán la respuesta. Esa prueba sí que ya no la pasarían Martí, Cinca, Saboya y compañía. Mientras, ‘Martí el Bueno y el Millor’ asegura que diplomáticamente ha hecho todo lo que debía. Se olvida de aclarar o de añadir una coletilla: ha hecho todo lo que debía para aguardar que ni a él ni a los suyos ni a España no le explotara la bomba en las manos. Martí se negó nada más estallar las crisis de BPA a escuchar las razones de los accionistas del banco. Martí se ha reído de ellos y de la suposición que había pruebas. Martí seguramente sabía a través de España y supo diez días antes de aceptar recibir la grabación que dicho documento existía. Por tanto, tuvo suficiente tiempo para trazar un nuevo escenario. Al hijo del barbero le van las emociones fuertes y más ahora que no puede acudir a la reelección. Por ello, ahora se apresura a decir que hasta que no haya condenas no moverá un dedo (poner un pen en manos del fiscal que tu mismo controlas hace casi reír); primero buscará una condena en el marco de la causa general que en las coacciones. Pero hay una clara diferencia: las amenazas existieron (¡y hasta se ejecutaron!), en cambio la causa se ha prefabricado. Y es que el asesinato de BPA fue motivado, únicamente, por la necesidad de criminalizar a Pujol. Y fue el precio que Andorra, sus dirigentes naranjitos vaya, aceptaron pagar ante el riesgo que la estocada fuera mayor. Había dos coordenadas supremas: satisfacer las necesidades españolas (las cuentas de Pujol) y al mismo tiempo proteger el banco y la familia andorrana que durante años auspició a los Pujol (Ribas, Banca Reig, Andbank). Todo lo que vino después del 10 de marzo de 2015 no ha sido nada más que una fábrica de causas para justificar el crimen. Saben los juristas que en un Estado de supuesto derecho las investigaciones prospectiva no son legales. Y es lo que se ha hecho. Era necesario partir de una premisa: BPA es culpable. Y a partir de aquí construir el resto. Pero ahora que hay una grabación que demuestra que Madrid tenía un plan para tumbar dos bancos si no se colaboraba en poder descubrir la fortuna que los Pujol hicieron pasar en un momento u otro por Andorra… ¿qué pasa? En Prat de la Creu y en Moncloa (donde tienen mayores problemas que tratan con la misma displicencia) tienen prisa para taparse las vergüenzas, mútuamente, si hace falta. Y el juicio por el ‘caso BPA’ lo único que hará será poner la plaza financiera andorrana, toda ella, más patas para arriba. ¿O es que alguien se piensa que se va a hablar de un solo banco porque el resto no existe? Cierto, siempre se puede silenciar lo que convenga. En eso, la Associació de Bancs Andorrans lleva mucho dinero invertido.

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