Si a los "aprendices de penenes de intelectuales" que nos dirigen les preocupan las sucesivas olas del Coronavirus..., es que todavía no han entendido nada, de nada, de nada. El tsunami de la pobreza ya se ha instaurado en el peís, con tendencia a la persistencia, como decía el chiste del "fresco general procedente de Galicia"...

Hablo con un amigo, ya jubilado, y me dice que ha tenido que buscarse un empleo a meda jornada porque despúes de cotizar durante más de 30 años en el peís, la jubilación no le llega ni para pagar el alquiler del piso, y que continuará en esta situación mientras el cuerpo le aguante. Toda esta panda que se ha apoderado del poder ha conseguido, gracias a sus laboratorios de I+D+I, crear al trabajador empobrecido y al pensionista precario. ¡¡Penoso!!

Éste peís no va a ir a ninguna parte mientras no entienda que "igualdad" no es lo mismo que "justicia". Y que ya es del todo inconcebible e intolerable que se sigan dando ayudas a quiénes ¡¡NO!! las merecen, dejando de ayudar a los que verdaderamente las necesitan. (Cualquier día de estos escribiré largo y tendido sobre esto).  

Lo habitual cuando le preguntas a una persona "¿que te pasa?", es que la respuesta sea ¡¡nada!! Y tras ese "nada", se esconde de todo, de todo, y más que de todo. Auténticas tragedias humanas. Pero, por lo visto, a muchísimas personas todavía les sigue avergonzando explicar su "verdadera situación". ¿Por qué las personas son tan reacias a que otras personas las puedan ayudar? ¿De qué sirve ése tan mal entendido orgullo que no lleva a absolutamente a nada?

Por muy fuertes que nos creamos todos y cada uno de nosotros, cualquiera necesita alguna vez en su vida un hombro en el que llorar o un puerto en el que cobijarse cuando la mar está más que revuelta. Y el que no lo quiera reconocer, allá él, pero está más que equivocado. 

La que se nos viene encima es de aúpa. Si a principos de 2020 la deuda total mundial estaba en un 320% sobre el PIB mundial, ahora mismo lo está en un 360% del PIB mundial. Es decir, 270 billones de dólares, sí, sí, con "b".

Con unas "deudas crecientes", y unos "PIBs decrecientes", ¿dónde vamos? Y si no volvemos a la "austeridad", ¿quién narices va a acabar con toda esta situación demencial? 

Y si todo lo expuesto es preocupante..., que el "agua", elemento indispensable para la vida, haya entrado a cotizar en los futuros de los mercados, es para alucinar pepinillos. Hace años que se sabe que la próxima guerra mundial será por el control del "agua". Las preguntas son simples: ¿ya hemos llegado a esto?... y Andorra, peís sobrado de agua, ¿no tiene nada que decir?

Intenten ser felices.