A raíz de los atentados perpetrados en los EEUU del 11 de septiembre de 2001, George Walker Bush firma el 26 de octubre de ese mismo año “The USA Patriot Act”, que incluye la “Section 311”, y que confiere al Director del FinCEN amplios poderes para concluir sobre cualquier “jurisdicción extranjera”, “institución financiera extranjera” o “a cualquier clase de transacciones o tipos de cuentas” que sean de “principal preocupación de blanqueo de dinero para financiación del terrorismo”. (Eso es lo que se dice en dicha sección 311 de dicha Ley).

“On October 26, 2001, the President signed into law the Uniting and Strengthening America by Providing Appropriate Tools Required to Intercept and Obstruct Terrorism Act of 2001, Public Law 107–56 (‘‘the USA PATRIOT Act’’). Title III of the USA PATRIOT Act amends the anti-money laundering provisions of the Bank Secrecy Act (‘‘BSA’’), codified at 12 U.S.C. 1829b, 12 U.S.C. 1951–1959, and 31 U.S.C. 5311– 5314, 5316–5332, to promote the prevention, detection, and prosecution of international money laundering and the financing of terrorism. Regulations implementing the BSA appear at 31 CFR Chapter X. The authority of the Secretary of the Treasury to administer the BSA and its implementing regulations has been delegated to the Director of FinCEN.

Section 311 of the USA PATRIOT Act (‘‘Section 311’’) grants the Director of FinCEN the authority, upon finding that reasonable grounds exist for concluding that a foreign jurisdiction, foreign financial institution, class of transactions, or type of account is of ‘‘primary money laundering concern,’’ to require domestic financial institutions and financial agencies to take certain ‘‘special measures’’ to address the primary money laundering concern. The special measures enumerated under Section 311 are prophylactic safeguards that defend the U.S. financial system from money laundering and terrorist financing. FinCEN may impose one or more of these special measures in order to protect the U.S. financial system from these threats. To that end, special measures one through four, codified at 31 U.S.C. 5318A(b)(1)–(b)(4), impose additional recordkeeping, information collection, and information reporting requirements on covered U.S. financial institutions. The fifth special measure, codified at 31 U.S.C. 5318A(b)(5), allows the Director to prohibit or impose conditions on the opening or maintaining of correspondent or payable-through accounts by covered U.S. financial institutions”.

Que los EEUU tienen una “política exterior” bastante “arbitraria y errática” es algo más que suficientemente conocido, y padecido, por bastantes países a lo largo de la historia reciente. Los que ayer eran considerados como enemigos irreconciliables, a los que sometieron a las más salvajes restricciones, no olvidemos que con su moneda hacen y deshacen a su entera conveniencia, hoy son sus mejores “amigos para siempre”, y viceversa. Pero los EEUU también tienen una cosa muy buena: igual que meten la pata hasta donde pone “Toledo”, luego saben rectificar y resarcir económicamente a los afectados de sus pueriles y más que torpes errores. Y para ello no escatiman esfuerzos y recursos.

Antes de empezar la guerra contra Irak el 20 de marzo de 2003, recuerden que fueron allí a  buscar “armas químicas” que jamás encontraron, los pobres iraquíes ni sabían de lo que les hablaban, George Walter Bush envió a Cuba, en mayo de 2002, y a Venezuela, en julio de 2002, al expresidente de los EEUU, James Earl Carter Jr., más conocido como Jimmy Carter, a decirle a Castro y a Chávez que si se les ocurría arquear una ceja mientras iban a mandar el grueso de sus tropas a Irak, les dejarían sus países totalmente lisos. (Luego lo disfrazaron como les dio la real gana, pero el mensaje les quedó más que claro).

Cuando los EEUU enviaron a su embajador en España y Andorra, James Costos, el 4 de abril de 2014, “Un altre dels temes tractats durant la visita a Andorra ha estat l'intercanvi automàtic d'informació fiscal. Una qüestió en la qual l'ambaixador s'ha mostrat optimista. Espera "que hi haurà claredat i transparència" perquè considera que "aquesta és una oportunitat que tenim de ser clars" i confia "que hi haurà moviments positius en aquesta direcció". A més indica que "Andorra hi està centrada i que es mou en la direcció correcta", vayan ustedes a saber qué vino a buscar.

Cuando el examigo de Antonio, Mariano, vino a Andorra los días 7 y 8 de enero de 2015, por muy extraño que parezca, no lo hace acompañado del titular de “exteriores” sino del titular de “hacienda”. (Cosa curiosa: mucho ruso en Rusia). Que recientemente el “cas Rajoy” se haya elevado a “crim d’Estat” no hace sino confirmar la trama evidente y necesaria que hubo para llevar a cabo tal felonía.

Recientemente Joseph Robinette Biden Jr., más conocido como Joe Biden, se ha plantado en Israel con su flamante “Air Force 1”. ¿A qué narices ha ido a Israel, él en persona?

Pero que los EEUU manden a Andorra a un exembajador de España y Andorra, Eduardo Aguirre, a empezar a arreglar el “total despropósito” cometido por el FinCEN contra la Banca Privada d’Andorra, ha dado pie a que los de siempre saquen a la palestra sus “sempiternas pseudo interpretaciones”. El GRAN Groucho Marx decía que la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados, y esto es del todo extrapolable a toda aquella prensa afín y sumisa al poder. Los EEUU mataron a BPA al excluirla de su “sistema dólar”, tal y como anticipó el enorme “vidente” Celestino Barroso el 2 de junio de 2014. Pero lo hicieron saltándose su propia “USA Patriot Act”, que como toda Ley con cara y ojos, tiene toda una serie de protocolos de actuación estipulados antes de su aplicación, y que los EEUU se saltaron a la tolera. Y se los saltaron a la torera porque la “información errónea” que llegó al FinCEN, y que Jenny agradece tanto en su NOTICE, solo pudo salir de “the contributions of the Andorran authorities in this investigation and appreciates their commitment to investigating this activity fully”.   

Y hete aquí el enorme “problemón” que algunos tienen. Los EEUU se sienten engañados por esas “Andorran authorities”, y de una manera u otra se lo van a cobrar. EEUU, al igual que España, van a pagar el “gusto y las ganas” por las tropelías cometidas contra el Grupo BPA.

 

La pregunta del millón es si entre todas esas “Andorran authorities” tienen el suficiente pulmón para resarcir a TODOS los afectados, clientes, trabajadores y accionistas, sus otroras desmesuradas ansias de “sang i fetge”, porque lo que está más que claro es que el pueblo soberano, salvo su estruendoso silencio, no tiene porqué pagar los actos cometidos por el aquel entonces “govern en funcions”.

Intenten ser felices, mientras se lo permitan las autoridades incompetentes.