En Andorra, en poco tiempo, las urnas podrían ser decisivas, si los votantes así lo desean. En nada habrá que votar l'Eleccions Comunals y, se supone, que también se habrá de votar el famoso “referèndum” de “l’acord d’associació” con la EU. Y digo los votantes, porque los políticos van a seguir a lo suyo. Mientras un partido, con su nicho de votos, se va a mantener unido, el resto les van a seguir regalando la “victoria” dividiendo una vez más el voto, y ya irán no sé cuántas… (Debería ser conocido por todos aquello del “divide y vencerás”, pero la realidad nos demuestra una y otra vez que desgraciadamente eso no es así).

Entiendo, porque es del todo legítimo, que cualquiera quiera dar un paso al frente viendo el declive total al que nos han llevado toda la panda que se han hecho con el poder. ¿Es inteligente hacerlo? Rotundamente NO. Lo inteligente sería crear una plataforma, en la que todos tuviesen cabida, y que dicha plataforma se enfrentase en todas las parroquias al poder establecido. Ya verían cómo los resultados daban un giro de 180º. ¿Serán capaces de hacerlo? Ojalá.

 

En cuanto al “referèndum”, ya se han anticipado al afirmar que NO dimitirán aunque el resultado sea que NO. Quiero pensar que si lo convocan lo harán con todas las cartas boca arriba para que el pueblo sepa de una maldita vez qué diantres han estado negociando con la EU a lo largo de todos estos años, y qué les han dicho en la EU sobre todas sus delirantes pretensiones.

Y no hace falta ser un genio para saber lo que les han dicho. El mero hecho de que hayan anunciado que NO dimitirán si pierden el “referèndum”, es que tienen más que nítido el resultado. Que hayan nombrado y mandado a dos “observadors actius” no hace sino aumentar los presagios de que el resultado será la debacle total.

Y mientras el mundo se enrarece cada día más y más, Europa es muy dependiente de las energías fósiles, y tan solo hace falta ver lo que está pasando en los países que nos la han suministrado tradicionalmente, recuerden aquella frase de Bin Laden “occidente pasará miedo y frío”, aquí seguimos viviendo, aparentemente, en los mundos de Yupi. ¿Quién de ustedes no conoce un caso cercano de extrema pobreza? ¿Quién de ustedes no conoce un caso cercano de gente que ha perdido el norte y hasta la brújula? ¿Hay algún colectivo, solo uno, que esté plenamente satisfecho con su actual estatus?

La gente ha ido tirando de ahorros, algunos no se han querido bajar del burro, hasta que se han acabado.

El precio del dinero ha subido un buen pico. El consumo de las familias ha caído, y más que va a caer. Los precios de los productos básicos están por las nubes, y más que se van a encarecer. El combustible, a raíz de lo de Hamás, se ha disparado porque Irán puede llegar a bloquear el estrecho de Ormuz por el que pasa el 20% del crudo. El Canal de Panamá tiene serios problemas porque no hay agua suficiente en los lagos artificiales de Gatún y Alhajuela, lo que dificulta la navegación de los grandes barcos. Las cadenas de distribución están totalmente rotas. Si a alguno de ustedes se le rompe una pieza de su vehículo, pónganse cómodos y esperen todo lo que les toque esperar. Si van al súper a buscar algún producto determinado, lo más fácil es que no lo vuelvan a encontrar en meses. Hay fábricas que han tenido que parar la producción por falta de suministros. Otras muchas, directamente, han quebrado.

Desde que los EEUU abandonaron el “patrón oro”, vivimos en una inmensa mentira. ¿Qué es eso de imprimir, imprimir y seguir imprimiendo billetes sin ton ni son. ¿En qué cabeza cabe que algún país va a devolver sus inmensas deudas? En la ya denominada “crisis de todas las crisis”, habrá que rescatar países enteros. El “SISTEMA”, su “Sistema”, ha colapsado. Y ni Bancos Centrales, ni FED, ni todos sus reguladores, ni todos sus controladores, ni todos sus calificadores, han demostrado servir para nada.

Y de vuelta a casa decir que no deja de ser curioso que llegado el turno de las defensas de todos los “encausados” en el mal llamado “Caso BPA” los digitales que han estado “loando” las arengas “Fidelcastristas” del “Fiscal General” hayan hecho mutis por el foro. Se les ha acabado el rollo del pollo, de golpe. Toda esa farsa no se les ha mantenido desde antes del principio del principio, y las defensas, con el poco tiempo que disponen, se encargarán de cargárselo todo en cero coma.

Añadir que tampoco deja de ser curioso que los mismos que bautizan edificios emblemáticos inexistentes como “The Cloud”, o a ciertas calles como “The Shopping Mile”, o que toleran que un periódico del país saque una edición diaria en “inglés”, o que en algo que se presupone tan “selecto” como es “Marca Andorra” se utilicen vocablos como “Atypical Experiences”, “Health Destination Challenge”, “Turisme Selected”, “Universitat Online”, "Universitat Offline”, “Back Office”, o que a cualquier acto que se realice en nuestras montañas se les denomine “Mountain Music”, o “Mountain Bike”, o “Andorra Shopping Festival”, luego se rasguen las vestiduras defendiendo a ultranza el uso del “catalán”. Andorra es un país de servicios. Y como país de servicios los turistas que nos visitan hablan sus propios idiomas. Y es nuestro problema, si todavía les queremos vender algo, lo que sea, hacer el esfuerzo de entendernos con ellos. Ahora bien, si lo que queremos es que tan solo nos visiten catalanes, tema resuelto y a otra cosa mariposa. En Andorra hace años venían catalanes a trabajar. También gallegos, salmantinos, almerienses, portugueses, etc... Todas esas personas ya no vienen a trabajar, puede que en sus lugares de origen se viva incluso mejor que aquí, y ahora lo hacen personas de países sudamericanos. ¿Quién se va de su país, si en su país se viviera de maravilla?

Ya es hora que retorne el sentido común. La coherencia. El diálogo. La meritocracia. La humildad. La honradez. La hospitalidad. Seguir con la ignorancia, la incompetencia, la inmunidad, la impunidad, la doble moral e incluso la amoralidad y la inmoralidad, ya está visto y comprobado a dónde nos ha llevado. En nuestras manos está.

Intenten ser felices, mientras se lo permitan las autoridades incompetentes.