El equivocado soy yo. Y cuando alguien se equivoca tiene que dar la razón al que la tiene. Los cuatro problemas que ha ido planteando la crisis del Coronavirus, sanitario, económico, social y mental, están resueltos y bien resueltos. Andorra vuelve a ser aquel país al que el resto del mundo le tenía tanta y tanta envidia. ¡¡Volvemos a ser los campeones de la Champions League!! (Modo ironía ON). 

A nivel sanitario vamos viento en popa y a toda vela. Y por mucho que desde el "establishment" se empeñen en decir que el nivel de letalidad del Coronavirus en el país no es de un uno por mil..., los números, que son exactos, siguen diciendo todo lo contrario. 

La mascarilla, la higiene de manos, la distancia social y el quedarse en casa cuando toca quedarse en casa, siguen siendo todavía nuestras mejores armas para combatir la pandemia. En Hungria y Chile, dos de los países que más vacunados tienen, se están ampliando las restricciones, en el primero, porque los contagios se han vuelto a disparar, y al confinamiento, en el segundo, por el desborde de su sistema sanitario. En Israel, por contra, parece ser que se está volviendo a una especie de normalidad. 

Se decidió abrir todas las estaciones de esquí..., y ha sido un éxito rotundo: "Els ingressos de Vallnord-Pal Arinsal han caigut un 88% aquesta temporada". "La facturació de Grandvalira de l’hivern pandèmic és tot just d’un 9% respecte la temporada anterior". (Las "chulerías" siempre se acaban pagando y abrir las estaciones para la gente del país, lo ha sido). Los bancos, quién los ha visto y quién los ve, han presentado los pírricos resultados que han podido. A nivel del resto del tejido económico que conforma el país, tan solo hay que darse una vuelta por la calle y entretenerse a hablar con dueños y empleados, y escuchar sus convicciones más intimas. 

Sacar pecho por haber obtenido una rentabilidad del 2,76%, en uno de los años que más dinero se ha ganado en bolsa, con rentabilidades de hasta el ¡¡2.700%!!, da mucho que pensar del nivel de nuestros gestores. Algunos GRANDES gestores aunque los pusieran en "coma inducido" durante un año, serían capaces de obtener una rentabilidad superior a ese 2,76%. 

En cuanto a lo social, los problemas que desde hace meses invaden los hogares andorranos se hacen cada día más graves. Los que todavía tienen la suerte de tener trabajo, no gastan porque cualquier día de estos se pueden quedar sin trabajo. Los que están en ERTO tampoco gastan porque no les llega para nada. Y los que están sin trabajo, pues parece que estén abandonados a su suerte. 

Y todo lo anterior nos lleva al problema mental. Sólo hacía falta que el máximo responsable del Servei de Salut Mental dimitiera ayer mismo. Como dice aquella vieja expresión: "éramos pocos y parió la abuela". Menudo desaguisado. El nivel de crispación que se respira en la calle está llegando a su punto más álgido. Ya no se habla. Ya no se conversa. Ya no se razona. La confrontación, la polarización, están cada vez más presentes en nuestras vidas. Si alguien no dice lo que gusta a la parte contraria, se le bloquea por tierra, mar y aire. Sin contemplaciones. Y actuando con esa inmadurez, ¿a dónde se piensan que vamos a ir? De cabeza al precipicio. No hay otra. 

Apartarnos de los valores tradicionales, y hace tiempo que se ha hecho, acabará con todos nosotros. Homo homini lupus es una locución latina de uso actual que significa "el hombre es el lobo del hombre" o "el hombre es un lobo para el hombre". ​Se suele citar cuando se hace referencia a los horrores de lo que es capaz la humanidad para conseguir lo que quiere. ¡¡Qué pena!!

 

 Y no, no me pienso rendir. 

Intenten ser felices.