Derecho a la información y derecho al acceso a información

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"En este mundo traidor

transigir es lo mejor.

El que diga basta

va a parar a la canasta, 

y el que sea opositor

va a parar al asador".

Así reza el principio de la canción "Balada de Comodus Viscach", compuesta en 1971 por la poetisa, escritora, dramaturga, compositora y cantautora argentina María Elena Walsh Monsalvo.

 

 

Y aunque convendrán conmigo que desde aquel lejano 1971 hasta hoy hemos evolucionado muchísimo en muchos aspectos de la vida, en otros apenas ha cambiado nada de nada. El temor, miedo, horror, terror, pánico, espanto, y grima de todos los "gobiernos bananeros" que en el mundo ha habido, y continúa habiendo, a que el pueblo conozca todas y cada una de sus tropelías cometidas, les lleva a intentar coartar, cohibir, coercer, coaccionar, contener, limitar, refrenar, restringir y sujetar cualquier tipo de información no oficialista que surgiera más allá de su entorno más íntimo. Y ahí siguen empecinados en el intento.

 

 

Por decirlo de manera clara para que nadie se lleve a engaño: a toda ésta especie de panda de "gobernantes bananeros" no les preocupa tanto cometer todas y cada una de sus tropelías sino que su pueblo se entere de las mismas. Y a día de hoy, en el que la información se puede buscar, y encontrar, en tantas y tantas páginas webs, mas que contrastadas, pretender poner puertas al campo es simplemente necio y delirante. 

 

 

Y si hace falta no dudan en "desinformar" a su pueblo o directamente en mentirles, que para ello son los que mandan y tienen todos sus medios afines, subvencionados y sumisos. Y a todo el que se atreve a contradecirles, con la fuerza de la razón, pues a la canasta o al asador, tal y como decía la buena de María Elena Walsh Monsalvo.

 

 

Y tampoco les tiembla la mano a la hora de recurrir a "su justicia bananera", que para eso también la ha nombrado ellos, para intentar "judicializar" a los pocos que osan mencionar y enumerar todas sus tropelías habidas y por haber, sin ni siquiera ser conscientes de que el monstruo que han creado con toda certeza va a acabar con ellos. (Son así de torpes). 

 

 

Pero, ¿qué es el derecho a la información y el derecho al acceso de la información?

El derecho a la información es un derecho humano, componente clave del derecho a la libertad de pensamiento y expresión. Consiste en el derecho de una persona de buscar y recibir información en poder de órganos, entes y empresas públicas, exceptuando casos en que la información sea calificada como secreto de estado o de acceso restringido por la Constitución y/o por alguna ley. 

El derecho al acceso a información es un derecho fundamental para el desarrollo pleno de una sociedad democrática y transparente, y un ejercicio vital para la rendición de cuentas de las autoridades. Es un derecho multiplicador de otros derechos, ya que es necesario para poder ejercer plenamente nuestros derechos.

Y en esto, muy bien resumido en pocas líneas y muy básicamente, consiste el derecho a la información y el derecho al acceso a información, al que todos los ciudadanos, sin ninguna excepción, tenemos derecho. Y si no hubiera tanta complicidad de algunos pueblos con sus "gobernantes bananeros", estaría resuelto desde hace décadas. 

 

 

Y como que además de "gobernantes bananeros" son muy torpes y no saben reinventarse en su manera de hacer y de obrar, pretender amilanar, amedrentar, acobardar, achicar, apocar, arredrar, asustar, atemorizar, intimidar, abatir, desalentar y desmoralizar, no hace sino venirse arriba a todos los que con todas estas zafias actuaciones pretenden "acollonir". Porque que hoy en día que toda ésta panda de "gobernantes bananeros" amenacen a sus cada vez mas numerosos opositores con "su justicía bananera" es simplemente ridículo. Aquel que es señalado por los bananeros automáticamente le están elevando su categoría como persona. 

 

 

Y a todos estos que callan, o a todos estos que han puesto su supuesta profesionalidad al servicio de los "gobiernos bananeros", o a todos estos que ahora se inventan hasta lo que nunca han publicado, que para eso están las benditas hemerotecas, decirles que también les quedan dos telediarios y que NADIE, absolutamente NADIE. (No esperen nada de nadie y de ésa manera nunca se decepcionarán). 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Intenten ser felices. 

 

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