Hay que acabar con "siempre se ha hecho así"

Los norteamericanos siempre acaban por encontrar las palabras justas para definir lo que sea. Hoy me voy a referir a una definición que se utiliza en bolsa y que se denomina "Greater Fool Theory", en castellano la "Teoría del Tonto Más Grande". Dicha teoría afirma que el precio de lo que sea no está determinado por su valor intrínseco, sino por creencias y expectativas irracionales de los partícipes del mercado. Un comprador racional puede justificar un precio bajo la creencia de que otra parte está dispuesta a pagar un precio aún más alto. En otras palabras, uno puede pagar un precio que parece "tontamente" alto porque uno puede racionalmente tener el pleno convencimiento de que lo que sea podrá ser revendido a un "Tonto Más Grande" más adelante.

 

 

De casos de "Greater Fool Theory" la Historia económica está repleta de ejemplos: La "Tulipomanía", la "Compañía del Misisipi", la "Burbuja de los Mares del Sur", el "Crack del 29", la "Burbuja Financiera e Inmobiliaria de Japón", la "Crisis Financiera Asiática", la "Burbuja punto Com", la "Crisis Económica de 2007", la "Burbuja Inmobiliaria en España" y el "Crack de las Criptomonedas". 

 

 

El problema, claro está, es que a ninguno nos apetece ser, o acabar siendo, ése "tonto más grande". Se dice que John Davison Rockefeller se libró del "Crack del 29" porque escuchó hablar de "bolsa" a su limpiabotas y decidió realizar toda su posición bursátil. (Se non è vero, è ben trovato).

 

 

Durante décadas y décadas en España, ése país cada vez más "belenestebanizado", en el que una inmensa mayoría de su población parece saber más de la simplona ésa que de sus propios derechos, obtener una licencia, que no es ni más ni menos que una "concesión administrativa", para montar un "estanco", estaba al alcance, o "reservado", a "huérfanos", "militares de guerra" y "viudas de guerra", eso sí, del "bando nacional". Algo parecido ha sucedido años y años con las administraciones de loterías. Había que crear "monopolios", con la inestimable e innegable ayuda de "sus sumisas Administraciones", que para eso eran suyas, para favorecer a los "suyos". Ante la más que pobre y triste argumentación de todos aquellos que están tan "belenestebanizados" que es que "siempre se ha hecho así, y es muy difícil de cambiar", la respuesta es clara y concisa: "siempre se ha hecho así, siempre se ha hecho mal y si no se cambia es porque estáis más que atontaos". 

 

 

Cuando ves hasta dónde está llegando el sector del taxi, insisto, con la inestimable e innegable ayuda de todas y cada una de sus sumisas Administraciones, vuelvo a insistir que una licencia de taxi es tan solo una concesión administrativa, que debe tener su "coste ínfimo", por cierto, al alcance de todo el "público en general", la poca gente que no nos dejamos influir por la simplona de moda, nos hacemos preguntas: ¿Por qué desde hace años y años no se conceden más licencias de taxi? ¿Por qué una licencia de taxi, que debe tener un "coste ínfimo", hay tantos "Greater Fool" que han pagado lo que han pagado? ¿Sin la "ayuda" inestimable e innegable de todas y cada unas de sus sumisas Administraciones, ésta "burbuja", "especulación", en el sector del taxi existiría? ¿Acaso desde todas y cada una de sus sumisas Administraciones no se conceden más "licencias" de taxi para no "devaluar" las ya existentes? Si lo que han estado, y hacen, todas y cada una de sus sumisas Administraciones es así, ¿no existe en el lenguaje jurídico palabras que definen, y penalizan, dichas actuaciones? ¿Desde cuándo está prohibido el "vehículo de recogida de pasajeros en un punto determinado"? El comportamiento en general del sector del taxi y de todas y cada una de sus sumisasAdministraciones se puede considerar normal? ¿En otras épocas, el progreso no hizo desaparecer "oficios" tales como el "albarquero", el "carbonero", el "farolero", el "sereno", el "cochero", el "pregonero", etc, etc, etc...? 

Y aquí en nuestro peís toda ésa panda de estómagos agradecidos y subvencionados, aún pretenden seguir vendiéndonos que lo van a levantar con soluciones más que caducas de siglos anteriores. En fin...

 

 

 

 

¡¡En las próximas elecciones no les demos ni un solo voto!!

¡¡Ja no us tenim por!!

 

 

 

 

 

Intenten ser felices.