A medida que uno se hace mayor se va prestando cada vez menos atención a lo que nuestros gobernantes dicen y más a lo que hacen. Es la única manera de saber con total exactitud cómo nos pretenden seguir engañando. Si hablan de helipuertos, aeropuertos y otras bobadas por el estilo, tan solo hay que acudir a los presupuestos generales del estado y verificar si hay partida presupuestaria para todas esas bobadas u otras. Y no hace falta perder más tu tiempo. Así de simple. 

Lo mismo ocurre cuando, de repente, se vuelven todos súper-mega-medioambientalistas. (Ahora todo lo relacionado con el medioambiente por lo visto se vende muy bien entre la ciudadanía y todos nuestros gobernantes conscientes de ello, porque alguien se lo ha dicho, se aprovechan y se suben al carro del medioambientalismo). Pero como suele ser habitual tan solo lo hacen de postureo y de boquilla. ¿Y a quién o a quiénes engañan? Pues a todos aquellos que se conforman con escuchar lo que les dicen. Vean si no es así:

El 17 de septiembre de 2015 el entonces Govern dels millors proclamaba a bombo y platillo que "Andorrra es vol situar al capdavant de la mobilitat elèctrica". (Vean link aquí). 

(Puede que hasta alguna de estas personas, unas ya no están al mando, pero otras todavía siguen ahí, les resulten familiares). 

El 17 de septiembre de 2017 en uno de esos publirreportajes que acostumbran a salir en La Vanguardia, se decía lo siguiente: "La apuesta de Andorra por el medio ambiente, en diez iniciativas". (Vean link aquí). En la segunda de dichas iniciativas, "Convenios internacionales" se puede leer, y cito textualmente, lo siguiente: "Una parte muy importante de la apuesta de Andorra por el medio ambiente incluye compromisos internacionales sobre la materia. En este sentido, destacan la adhesión del Principado, en 2010, al Convenio marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, en el que se comprometió a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), entre otros, y la firma del Acuerdo de París contra el cambio climático, reafirmado en 2016. Algunas de las medidas que ha tomado el país en coherencia con sus compromisos internacionales son el Pla Engega, de fomento de la movilidad eléctrica, y el Programa Renova, que promueve la rehabilitación de los edificios para reducir sus necesidades energéticas, así como el fomento de las energías renovables, para reducir la dependencia de los hidrocarburos, y el fomento de la reducción y el reciclaje de residuos".

Hasta aquí lo que dicen; veamos lo que hacen:

El pasado noviembre de 2018 el entonces Govern dels millors de Andorra presentó el "Concurs de línies del transport nacional regular de viatgers". Hasta aquí, todo perfecto. Pero en el apartado de "Termàtica (¿?) dels vehicles" se requiere una antigüedad de máximo 10 años y mínimo Euro 4. Y esto del Euro 4, ¿qué quiere decir? La denominación Euro, ha habido Euro I, Euro II, Euro III, Euro IV, Euro V y ahora ya van por el Euro VI, es una norma europea sobre emisiones contaminantes que consiste en un conjunto de requisitos que regulan los límites aceptables para las emisiones de gases de combustión interna de los vehículos nuevos vendidos en los Estados Miembros de la Unión Europea. Las normas de emisión se definen en una serie de directivas de la Unión Europea con implantación progresiva que son cada vez más restrictivas.

Andorra, todo el mundo lo sabe, no forma parte de la UE, de momento. Pero observamos que en el Concurs de línies del transport nacional regular de viatgers ¡¡SÍ!! que aplican normas de la UE. ¿Y por qué en un Conscurs de noviembre de 2018 exigen mínimo el Euro IV y no el Euro V o el Euro VI, que se aprobó el 7 de junio de 2017, y ni se mencionan los vehículos eléctricos, o los híbridos, o los de gas que no contaminan? 

¿No proclamaban que queríamos ser tan "capdavanters", o tan solo lo queríamos ser de postureo y de boquilla, como siempre? Ya que se hizo ése Concurs, ¿por qué no se exige en el mismo a la compañías vehículos eléctricos, o híbridos, o de gas, o con motores diesel que cumplan la normativa Euro VI? Porque existir, existen, y son por los que se está apostando en todas las ciudades del mundo mundial, y aquí les dejo unas cuantas fotos para que todos ustedes lo puedan verificar:  

Lo dicho: "medioambientalistas de postureo y boquilla". Tendremos que seguir tragando humo en las colas y, mientras tanto, Andorra, gracias al entonces Govern dels millors, habrá vuelto a perder una oportunidad de oro para ser capdavantera en nada. ¿A quién hay que volver a dar las gracias?

Intenten ser felices.